"Un día de cólera" de Arturo Pérez-Reverte

Y de nuevo el señor Arturo Pérez-Reverte. Acababa de leer un articulo suyo de la serie Patente de Corso, titulado No me pises, que llevo chanclas, arremetiendo contra los personajes que van en chanclas y bañador a cenar a restaurantes con encanto de Barcelona. No, si encima tiene linaje para ser "remilgao", pero razón no le falta al cabrón. Como siempre mi relación de amor-odio con este señor, que no obstante goza de mi completa admiración por decir las cosas como les viene y las siente, y sin pelos en la lengua. El caso es que me vino a la cabeza el libro que escribió sobre los levantamientos del 2 de Mayo en el Madrid de Carlos IV, el infante Fernando y el favorito Manuel Godoy, el mismo que estaba bajo control de las tropas napoleónicas, y recordé haberlo recomendado a mis alumnos de 1º y 2º de bachillerato para ilustrar la historia con un poco de literatura. Depués caí que no tenía ningún post sobre dicho libro y aquí estoy, tratando de explicaros de que va el asunto.

Se nota que Pérez-Reverte ha sido corresponsal de guerra durante unos cuantos años. De hecho se mete en la historia y la narra como si estuviera allí mismo valiéndose de sus experiencias vividas en conflictos bélicos: el recalentamiento del ambiente previo a la batalla, las emociones enfrentadas de los personajes, las tácticas y mentalidad militar... La historia tiene múltiples personajes, novelados pero reales, es decir, se saben que existieron y que pasó con ellos, pero el autor les hace hablar y sentir, poniéndose en su pellejo, sabiendo la reacción que provoca en la gente el estallido del conflicto: odio, miedo, rencor, valor anónimo,.... Aparecerán personajes históricos y no tan famosos, pero cada uno de ellos estuvieron allí y fueron tan protagonistas como los que quedaron recogidos en los libros de historia. Éste es el gran mérito de Pérez-Reverte: recordar e incluir en los hechos a de quien de verdad se echó a las calles de Madrid a combatir al invasor. Como los presos de las cárceles que pidieron ser liberados para combatir a los frances a condición de entregarse de nuevo cuando acabase el conflicto. Increiblemente de el más de un centenar de presos sólo desaparecieron dos. Equivocados o no, eso da igual, lo importante es que lo hicieron, cuando los que tenían que haberlo hecho no lo hicieron. Y que nadie confunda este recordatorio, a todos aquellos personajes anónimos y conocidos con la típica visión patriótica de españolitos combatiendo en tremenda gesta al gabacho cabrón (curiosamente son los portadores del ideario liberal a España, aunque las Cortes de Cádiz demostraron su liberalismo sobremanera, que no su republicanismo y laicismo). Ideologías aparte (cada cual con su cuento y su manera de ver y entender la historia) el acto que aquí nos describe Pérez-Reverte, es el de heroísmo popular, solidaridad innata, populacho convertidos en gigantes del pundonor, militares y nobles convertidos en ratas. El final, todos lo conocéis, el 3 de Mayo, pero la narración de los hechos nos atrapa como si estuviéramos oliendo la pólvora y escuchando el estruendo de los cañonazos. Moraleja: siempre son los mismos los que dan la cara y los que la tienen que dar por ellos no aparecen ni en pintura, bueno, en pintura si, en esos cuadros pomposos colgados en el Prado. ¡Que extraño! Me recuerdan a alguien. Dar la cara por disciplina, sin preguntar, sin discutir, asumiendo su destino...¿No se parece demasiado al carácter de Don Diego Alatriste y Tenorio?

"EL DOS DE MAYO NO FUE UN MOVIMIENTO PATRIÓTICO, FUE UN DÍA DE CABREO"

Arturo pérez-Reverte

Disfruten de la lectura tanto como lo hice yo. Aprendan a ver la historia con los ojos de sus protagonistas y, sobretodo, acercarse a la historia sabiendo de que pie cojea el que la escribe y sepan sacar la verdad por si mismos.

Para más información: http://www.puntodelectura.com/minisites/undiadecolera/

La web del autor: http://www.capitanalatriste.com/